lunes, 17 de octubre de 2005

Síndrome anual recurrente

Acabo de leer un artículo que dice que en otoño la gente se deprime más... Me lo creeré porque es un estudio hecho por psiquiatras y tal, pero no sé, la verdad es que no lo tengo muy claro...
Dicen que la falta de luz es la que hace que las personas entremos como en una especie de depresión, que el cuerpo reacciona de esa manera al cambio de estación (¡y que podemos estar así hasta la primavera!). Qué fuerte, ¿no? Mirado así, ..., ¿por qué no nos morimos todos ya?
A mi el otoño me encanta, es una de las estaciones que más me gusta, me encanta ver en el suelo la típica (y tópica) alfombra de hojas secas, el frío de por las mañanas, el sol pálido, que el día sea más cortito cada vez... Me encanta. Es triste, sí, pero no por el fin del verano, creo q a estas alturas todos ya lo hemos superado... (unos lo tenemos, kizás, más fácil que otros, pero al fin y al cabo, el verano es verano para todos por igual)... El otoño lleva consigo una tristeza inherente. Es algo cultural, de siempre se ha tratado esta estación como sinónimo de melancolía, de tristeza, de romanticismo...
Yo es que debo ser melancólica, triste y romántica...
Pérdida de energía. Hipersomnia (más horas de sueño). Más apetito, especialmente de dulces. Irritabilidad. Depresión. Esos síntomas se reproducen con especial incidencia a finales de septiembre y comienzos de octubre y no terminan por irse hasta que concluye el primer trimestre del año siguiente.
Los especialistas han dado en llamar a esa situación depresión otoñal, síndrome anual recurrente o trastorno afectivo-emocional, episodios temporales de malestar psíquico que se traduce en un mayor número de visitas al psiquiatra.
Así lo constatan los médicos consultados, que atribuyen esa situación principalmente a la falta de luz, que lleva aparejados cambios en hábitos alimenticios y en el sueño.
La luz y la oscuridad, principal-mente, informan al cerebro para que segregue o deje de liberar ciertas hormonas, como la melatonina.
«El tiempo es uno de los elementos que más influyen, y en las consultas ves a los propios pacientes que hacen referencia a los cambios de tiempo cuando tienen episodios depresivos u otros conflictos», explica el doctor vigués Cipriano Jiménez.
No es nuevo el diagnóstico. Durante veinte años, Norman Rosenthal, profesor de Psiquiatría clínica de la Universidad de Georgetown (Washington, Estados Unidos) se dedicó a estudiar esta situación, hasta concluir con ese diagnóstico a mediados de los ochenta.
«Ese bajón en el estado de ánimo y de la capacidad de disfrutar de la vida suele aparecer con la llegada de los días nublados, perdura durante el invierno y se va con los primeros soles», resume la psicóloga Iris Perla.
(Diario de León)

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