Qué Fuerte

La policía ha detenido en Madrid a un hombre de 23 años que supuestamente empujó a las vías del metro a una mujer de 20 que resultó herida grave tras ser arrollada por un tren.
El suceso ocurrió sobre las ocho de la tarde en la estación de Carabanchel (línea 5) cuando Jorge A.C., vecino de Fuenlabrada, de repente y sin que mediara palabra empujó a la joven, Miriam A.C., al paso de un tren.
Como consecuencia del arrollamiento la joven sufrió amputación de la pierna izquierda y desgarros en el pie derecho, por lo que fue trasladada por el servicio municipal de urgencias al hospital Doce de Octubre, donde ingresó en estado grave, según Emergencias Madrid.
El agresor, identificado por varios testigos, fue detenido por la policía y conducido a la comisaría del distrito. Las fuentes policiales barajan la hipótesis de que el agresor, que no conocía a la víctima ni tiene antecedentes, sufra algún tipo de trastorno mental.
Mientras era atendida la joven el servicio de metro quedó interrumpido entre las estaciones de Oporto y Aluche. http://www.informativos.telecinco.es/suceso/madrid/metro/dn_13355.htm



Qué fuerte!
Escuché esta noticia antes de irme a dormir, y me quedé super impactada!
De siempre ha sido algo que me ha dado muchísimo miedo. Cuando era pequeña tenía un sueño que se repetía una y otra vez. Yo iba a coger el metro por la mañana para ir a clase y mientras caminaba por el andén, el suelo empezaba a moverse haciendo ondas. Caminaba intentando acercarme lo más que podía a la pared pero las ondas eran cada vez más fuertes y hacían que me fuese hacia las vías. Todo esto ocurría bajo la atenta mirada de un montón de gente que esperaba el metro tranquilamente porque su suelo estaba quieto. No sé, muy raro.
Siempre he tenido sueños extraños de estos. No sé por qué será. Tuve una temporada que soñaba que caminaba por la Pl. Catalunya, por la acera del Fargi, y justo al pasar por delante de la terraza, se me quedaba enganchado el pie en una de las sillas de guiri, y me caía al suelo. Humilladísima, me levantaba y me iba.
Hoy por hoy, cuando voy en metro me pego en la pared como si me fuese la vida en ello, y al pasar delante del Fargi clavo mi mirada en las patas de las sillas para que ninguna se salga de su lugar.

La gente, la verdad, es que está fatal. Un crimen pasional, dicen. Qué fuerte. Cómo quieren que no haya solteros en el mundo si el amor ya da hasta miedo...