viernes, 14 de octubre de 2005

Pesadilla


Esta mañana, hace muy poquito, he tenido un sueño... Una pesadilla...
Mi madre y yo habíamos quedado para ir al cine, con una chica peruana o así (!!), y unos amigos míos... Ella y yo nos detuvimos antes de llegar donde habíamos quedado para comer algo, porque mi madre acababa de salir de trabajar y aún no había comido...
Habíamos quedado en la puerta del cine, que no sé porqué razón era a las puertas de los comedores universitarios (donde tanto tiempo he pasado yo...)... Llegamos demasiado pronto y mientras esperábamos vimos que había como una especie de feria, con paraditas que ofrecían diferentes cosas. La primera caseta, y la que nos llamó la atención, era de chocolates y nueces... Había de todo, y lo mejor, era gratis. Se trataba de una de esas ferias (no se si existe alguna en la realidad) de muestra, en las que todo es gratis para que la gente que pasa por ahí lo pruebe y si le gusta se interese por dónde podría encontrarlo más adelante.
Pues en mi sueño, la gente salía con cajas llenas de cosas, no sólo comida, de todo: figuritas de porcelana, collares, pulseras, bufandas...
Mi madre y yo estábamos en la caseta del chocolate cuando nos dimos cuenta de que lo que tenía que ser el cine (el interior de los comedores) era un recinto así como el de la convención de tatuajes. Todo lleno de casetas diferentes, con sus nombres, colocados de manera escalonada... una feria.
Después de dar vueltas y hacernos con un montón de cosas, nos dimos cuenta de que estaba pasando algo extraño, ( no lo recuerdo muy bien...). Se empezaron a escuchar gritos y más gritos, la gente salía corriendo despavorida del sitio... No entendíamos nada de lo que pasaba, sólo sabíamos que teníamos que encontrar a mis amigos (y me parece que de pronto mi hermana también tenía que estar entre ellos...). La peruana que venía con nosotras (!!) apareció de la nada llena de sangre y nos decía que nos fuesemos de ahí que iba a morir todo el mundo...
Y sí, la gente se moría. Caían al suelo y se desintegraban... No nos dimos cuenta de por qué caían hasta que vimos cómo ocurría a nuestro lado. De los ojos de uno de los dependientes de las casetas salían unos rayos rojos que iban directamente al estómago de las personas, y caían fulminados.
Salimos corriendo de ahí, y al llegar a la puerta, unos hombres no nos dejaban pasar; la gente se agolpaba en la salida, e iban cayendo uno tras otro. Todo el recinto estaba lleno de sangre, como salpicado, sólo gotitas, pero ni rastro de la gente muerta ni de nada.
Pensamos que tal vez lo mejor era ir a buscar otra salida y lo hicimos. Nos dimos media vuelta y nos dirigíamos hacia una escalera (aparecida de pronto) de hormigón que daba al piso de arriba. Pero de nada nos sirvió. Justo cuando íbamos a subir, un hombre calvo con una camiseta roja bajaba riéndose y nos miraba amenazante con los rayos en los ojos...

Me he despertado aquí. Creo que he pasado de que nos matasen.

¿Por qué habré soñado esto? Me parece que ésta es la huella que dejan en mí series como Embrujadas...

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