Superando obstáculos así poco a poco, a la espera de que llegue un día en que no haya nada que superar.Hoy, un día más.
Debido a mi futura soledad en el curro, en mi cabeza no deja de dar vueltas la idea del abandono. Idea absurda como la que más, porque todo el mundo sabe, y yo más que nadie, que el abandono no tiene cabida dentro de mis planes. Es un imposible.
De todas maneras, como también sabéis, y si no os lo digo, yo nunca abandono, a mi me abandonan. Es así. Nunca me he ido de ningún trabajo (a excepción de la Illa, que fue un abandono general obligadísimo por las circunstancias), lo que me suele ocurrir es que acabo explotando y todo termina con un final horrible, pero nunca me marcho voluntariamente.
Una pena, porque de esta manera sólo consigo que las cosas buenas acaben convirtiéndose en horribles, pero es lo que hay. No creo que sea cuestión de aprender o no, es simplemente cuestión de caracteres. El mío es especial en ese sentido, y por mucha experiencia que adquiera con los años, me parece a mi que seguirá ocurriéndome toda la vida.
Aceptarlo es lo único que me queda.
Pero lo cierto es que en estos días en los que lo único que escucho es 'este es el final de un ciclo' 'se cierra una etapa y tengo que cambiar'..., me gustaría tener esa facilidad (en todos los aspectos) para poder decir yo también 'hasta aquí he llegado', pero va a ser que, como he dicho antes, eso no es más que un imposible, y lo único que me queda es esperar a ver cómo va este nuevo ciclo en el que me veo metida sin yo quererlo.
Y a todo esto, mientras se hacen las judías para comer mañana, me esperan unos pocos apuntes de anatomía para estudiar aquí al lado. Así que dejaré de decir lo que no digo durante el día porque no hay nadie a quien le importe, y me pondré a lo mío, a ver si así consigo olvidar que mañana, a las 7 de la mañana, tengo que volver allí.
Un besito a todos.




Por cierto, White City me gusta. Os lo recomiendo por ahora. He leído muy poco, ya os iré diciendo.