Quiero, desde aquí, rendir homenaje a 'un lugar' que esta semana ha tenido muchísima importancia en mi vida.
El Workcenter. Viva el Workcenter.
Motivos:
1- Durante esta Semana Santa, como es típico de mi y de los de mi tipo, no he hecho nada de lo que tenía que hacer. Sólo ir a trabajar, claro. Pero de lo demás nada de nada, ni un trabajo, ni un orden, ni un estudio... Nada. El hecho de tener sólo UNA obligación me transtorna.
Así que el martes (día de fiesta de mi cole) pillé lo más grande. Tenía que terminar 2 trabajos que debía tener hechos casi desde principios de curso. Los terminé sí, a costa de mi salud mental y física y de la de los demás, pero conseguí acabar los dos.
Acabé de hacer la última línea a las 2 de la mañana, y a las 2,15 estaba en ese lugar taaaaan bien pensado, ese lugar con taaaanta luz, ese lugar con gente que se entera de taaaaan poco, pero ese lugar que está abierto las 24 horas del día: el WORKCENTER.
Gracias, señor inventor de esta genial idea.

2-Esta tarde, Pablo me ha venido a buscar al cole. Yo soy imbécil. Me he guardado el móvil en el bolsillo del abrigo porque acababa de mirarlo. Error. Siempre he pensado que esa es la forma más fácil de perderlo, porque al subirme a la moto, el abrigo se sube y el bolsillo se abre.... consecuencia? se cae lo de dentro... Y qué me ha pasado? Pues que se ha caído. A la mierda el móvil.
Me he dado cuenta en la diagonal. Genial. Hemos llamado a mi número y no me lo pillaba nadie, por lo que el movil aún estaba 'temporalmente huerfanito'. Hemos deshecho el camino y nada de nada, ni rastro. Yo desquiciada, claro. Pablo ha llamado otra vez y... ¡sorpresa! lo ha pillado un chico. Se ve que se lo han encontrado en la calle en la Diagonal, tirado en el suelo, el pobre. Y... a que no sabéis qué???? Mi movil estaba esperándome en el WORKCENTER.

Por estas dos razones, hoy digo viva el WORKCENTER.