Mañana de fiesta y sigue lloviendo... Porfavor, quiero que salga el sol.
Por lo menos es viernes, no tengo que ir a trabajar y he podido dormir algo más de las 3 horas a las que he acostumbrado a mi cuerpo esta semana. Entre unas cosas y otras no ha habido manera. El hecho de entrar a las 7 de la mañana en el curro influye bastante, clarp.
La semana que viene me toca un día, el resto a las 8 como siempre. Está bien.
Agradecer de nuevo a mis jefes el facilitarme de semejante manera las cosas. De verdad. Una cara de pena no es suficiente, la humanidad son hechos, no caras de pena de mierda, que lo único que me dan es ganas de partir.


¿Habéis apadrinado ya vuestra palabra?
(pregunta al aire, por supuesto, después de tanto tiempo ya no espero nada...)


El lunes tengo que volver a enfrentarme a otro de esos momentos que piensas que nunca vivirás. Enfrentamiento en 'soledad', como de costumbre en estos tiempos que corren. Aunque me parece que poco a poco me voy acostumbrando a esto de hacer las cosas yo sola, sin esperar que nadie venga conmigo, se preocupe como yo, se agobie como yo, viva mis cosas como yo o incluso más que yo.
No, no me acostumbro, era mentira.
Pero ahora eso da igual. El lunes vamos al médico, será la primera vez que vaya yo sola, y lo cierto es que desde que lo sé no puedo dejar de pensar en eso. Muchas veces me doy cuenta de que soy todavía una niña, que aún no he madurado en muchos aspectos. Me pregunto cada día si seré capaz de aguantar el tipo, si me enteraré bien de lo que diga el médico, si podré servirle de compañía , si sabré reaccionar si pasa algo, en fin. Y lo peor es que nadie más se plantea si voy a ser capaz, todo el mundo sabe que si, esperan que si, como es normal... Una persona de mi edad ya es capaz de todo.
Y yo aquí, dándole vueltas una y otra vez.


Joder, vaya mierda. Qué injusto que es todo. Y no quiero.