viernes, 29 de diciembre de 2006

Notícias de nuevo... Ya está, ya no hay nada peor, ya no hay esa agustia de la esperanza escondida. Ahora solo queda esperar. Esperar al final. Pasaremos lo que queda esperando, con el estómago hecho una bolita y conteniendo las lágrimas.
No me lo puedo creer. En el fondo tenía una pequeña esperanza, supongo que la esperanza del que no sabe, del que desconoce, pero me hacía ver las cosas de otra manera, con ese ...y si... Pero ya no cabe esperanza alguna, ya no hay nada más que tristeza y desamparo. Indefensión ante lo que no podemos detener: el tiempo y "eso" que te come por dentro. "Eso" que se lleva a los que no lo merecen y deja solos a los que lo merecen menos aún. Que arrasa con todo sin importarle nada, sin distinción, sin escrúpulos.
Nadie nos avisa cuando nacemos de que esta vida maltrata a quien debería ser tratado como un ángel. No hay nadie que te informe de esto, nadie que te diga que no te enamores, que no tengas hijos, que no traigas a nadie a esta vida porque sufrirán y sufrirás tú. Y eso es injusto. Ella no merece pasar por esto y tiene que pasarlo. Debería vivir entre algodones y vive entre espinas, debería sonreír por la mañana y sólo la veo llorar, debería sentirse especial y se siente desdichada, lo que le dio la vida, lo que parecía que era ya para siempre, la misma vida se lo está quitando. Y no es justo.





Empezamos el 9.

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