viernes, 3 de noviembre de 2006

Reflexiones de un Erasmus:
Por fin estoy en casa después de mi Erasmus a Cubelles. Corto pero intenso. Nadie puede imaginarse las ganas que tenía de llegar a casa esta mañana. Me he levantado a las 6,30 de la mañana y estaba en Barcelona una hora de tren después. Un coñazo. Y es que esto de los trenes es super curioso, que van llenísimos sea la hora que sea.
Pensando en en tren con mi compañera de viaje mareada, me he dado cuenta de lo graciosa que es la vida, de cómo la gente busca cualquier salida para huir. Yo misma me las veo y las deseo para encontrar excusas para todo lo que no me apetece, cuando lo más fácil y natural sería decir la verdad y estar tranquila... pero no. Aunque bueno, todos sabemos que somos así la gran mayoría, que no soy única y que pocas personas dicen y se dicen la verdad. Yo supongo que ese es uno de los motivos que llevan a la gente a abandonar sus ciudades en busca de otras cosas que allí no tienen, no sé, supongo... Unos lo camuflan con los estudios, otros con el trabajo, otros con lo primero que pillan en el repertorio de tópicos, pero sea lo que sea son sólo excusas para huir, para dejar atrás algo.
La verdad es que creo que yo no lo he hecho muy bien. Creo que el destino escogido no ha sido el adecuado. Cubelles no me ha aportado lo que se supone que un viaje de huída debe aportarte... no entiendo por qué será. Vaya oportunidad más tontamente perdida...



El aviador... Hoy me toca exponer. Ufffff.

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