jueves, 16 de marzo de 2006

Los rizos odiados

Es increíble lo fácil que es estropearme el día. Me desperté y era un buen día, lo tenía, estaba contenta, pero es que fue llegar y verla (sin ni siquiera subir!) y ala, todo a la mierda. Así que he pensado que hoy se lo dedico a las personas como ella, a esas personas patéticas que para lo único que sirven es para enseñarte y ponerte en bandeja lo que no debes ser nunca en la vida.
Sí, ella es una de esas personas a las que nunca me quiero parecer, ella me ha enseñado lo que no quiero ser en la vida:
- resentida
- ridícula
- analfabeta
- inculta
- envidiosa
- prepotente
- inútil
- desgraciada
- despreciable
Y es que ella lo reúne todo:
Una resentida debido a su incultura, por lo que no es capaz ni de escribir un apellido copiado sin una falta, que usa palabras como "realmente" cada dos por tres porque debe pensarse que eso le da un poco más de "caché" a sus frases vacías de sentido. Envidiosa, prepotente e inútil son tres calificativos que en ella van profundamente unidos, como ya debéis suponer. Su inutilidad es tan evidente que hasta ella misma es consciente, por lo que envídia todo lo que ella sabe que nunca podrá ser a pesar de sus patéticos esfuerzos. Y... ¿cómo se defiende una persona inútil de ella misma? Pues con la prepotencia característica de los despojos de la humanidad que han venido a parar al mundo laboral quién sabe de qué manera.
Por lo tanto es, para mi, una desgraciada despreciable que hace que no te ve cuando la saludas en la cara y luego tiene los cojones de venir por detrás y decirte... ay, hola, no te había visto...
Creo que no la he calificado aún como ridícula, patética, falsa y repugnante.
Me da asco, la odio.
Muchos pensaréis que ya era hora de que odiase a alguien del curro, que ya he pasado suficiente tiempo sin hacer casi ningún comentario, pero la verdad es que ella es víctima de mi odio (igual que yo de sus desprecios ) desde el primer día que la vi. Y es que no hay cosa que me guste menos que los quiero y no puedo. Y ella es eso, un quiero y no puedo total.



A lo mejor ellos te enseñarían un poquito... al menos a contar.

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