No sé qué escribir... Podría escribir cómo me ha ido en el curro, pero no me apetece nada. Después de 9 horas allí no me apetece hablar de ello. Y eso que ha sido un día guay, pero bueno.
Así que no sé que escribir.
Hablaré de este sábado que ha sido demasiado impactante para mi. Sobretodo porque me he dado cuenta de que ya puedo decir que conzco a alguien desde hace 20 años. Hace unos meses me di cuenta de que había gente en mi vida que conocía desde hacía ya 10 años, y me impresionó. Pero es que lo de los 20 años me ha matao. Qué fuerte. Que mayor que soy ya... El cuarto de siglo está ya a la vuelta de la esquina, me va mandando evidencias para que no me pille desprevenida.
Pues sí, que estoy muerta de la impresión. Vi a una persona que no veía desde hacía unos 10 años (!!!!!!!!!!), y no solo lo vi, sino que hablé con él (y mucho rato me pareció a mi...). Muy fuerte. No me reconoció, pero no tardó en acordarse de mi (Laurita!), muy fuerte.
Voy recuperando etapas de mi vida... Estoy en un período extraño de cierta recuperación.
Si, si, el Razz es un lugar curioso (y repetitivo) donde reencontrarse con alguien se vuelve algo cotidiano. Y lo suyo es no pensar en nada ni en nadie, entonces te pasará algo. Es un hecho comprobado.
Prometo no volver a hablar más de esto en un tiempo porque comprendo que aburre; es algo que hay que compartir emocionalmente para sufrir una impresión similar a la mía, y eso no ha pasado, así que me callo ya.
Así que cambio de tema y quiero hablar un segundo del sueño tan increíble que tenía el domingo. Impresionante. Hubiera podido dormir todo el día del tirón si el hambre y mi Loli en la ducha no me hubieran despertado. Pocos días he tenido tantísimo sueño... Me hubiera dormido de pie, en serio. Además no me dolieron los zapatos en toda la noche y pude estar tranquila si dolores a los que atender, solo concentrada en dormir feliz hasta el infinito.
Pues nada, ya está. Hoy me iré a dormir contenta.
Pongo esta foto porque sí.
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