sábado, 15 de octubre de 2005

El Destino


La verdad es que no sé si quiero creer en el destino o no... Sé que hay gente que cree fervientemente (me consta) en que nada ocurre porque sí, que todo los que nos pasa en la vida no es culpa de nadie más que de nosotros mismos. Nosotros hacemos que nuestra vida sea como es... Que nada está escrito, que nosotros escribimos nuestra historia...
Mmm, no sé, es cierto que esta visión de la vida es mucho más positiva y, sobretodo, mucho menos catastrosfista que la que dice que la vida ya está escrita, que nosotros no somos más que marionetas ante la vida, que solo hacemos lo que nos toca... Sí, lo es... También es mucho menos conformista, menos cobarde, y menos patética...
¿En serio tengo que aceptar que mi vida es así porque yo quiero?



Destino:
"Dícese de la sucesión inevitable de acontecimientos provocados e incognoscibles.
La teoría de la causalidad reza lo siguiente: "Toda acción conlleva una reacción, dos acciones iguales tendrán la misma reacción", a menos que se combinen varias causas entre sí haciendo impredecible a nuestros ojos el resultado.
Nada existe por azar al igual que nada se crea de la nada. Todo tiene una causa, y si tiene una causa estaba predestinado a existir desde el momento en que la causa surgió.
Debido a la inmensa cantidad de causas es impensablemente inmensa, nos es imposible conocerlas todas y enlazarlas entre sí."


"Concepto que expresa la noción religiosa e idealista de una fuerza sobrenatural que predetermina todos los acontecimientos en la vida de las personas. Según la mitología de la antigua Grecia, la suerte de las personas e incluso de los dioses depende de las deidades del destino, moiras (para los romanos, parcas). Con el tiempo, se empezó a representar el destino como justicia suprema, rectora del mundo (Diké, Némesis, entre los griegos). En el cristianismo, el destino aparece como providencia divina, del ser supremo. La idea del destino como predeterminación divina es inherente a todas las religiones contemporáneas. En el protestantismo, presenta un carácter fatalista claramente expresado (Fatalismo). Algunas corrientes religiosas (por ejemplo, el catolicismo, la religión ortodoxa) intentan aminorar el fatalismo de las representaciones sobre el destino combinando eclécticamente la idea de la predeterminación divina con la del libre albedrío del individuo. En un sentido no filosófico, el concepto de destino también se usa para expresar la conjunción de circunstancias en la vida de un individuo o de un pueblo entero."

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