jueves, 27 de septiembre de 2007


Jueves, por fin.
Si alguien consiguió leerse todo el tostón que escribí el martes, sabe que hoy era mi estreno de la clase de COMUNICACIÓN... El que no pudo resistirlo, lo sabe ahora.
Me han enseñado a respirar. Con un chandal y una toalla en el suelo, me han enseñado cómo se respira de verdad.
Yo no sé hacerlo.
Lo cierto es que, a pesar de ser algo tan sumamente cotidiano, el hecho de respirar es difícil. Estoy segura que la mayor parte de vosotros no sabe hacerlo bien. Por lo visto la mayor parte de mis dolores de espalda vienen dados por el hecho de no llenarme completamente de aire cuando inspiro.
Curioso.
Resulta que si tu diafragma no se mueve, sólo respiras con la parte superior de tu cuerpo, osea el pecho (algo lógico, claro)y al no llenarte completamente de aire, se crean diversas tensiones. Y son esas tensiones las que hacen que tengas dolores y demás incomodidades de las que normalmente nos quejamos, como dolor de espalda, sobrecarga en las cervicales, dolor en el estómago, etc.
De todo lo que me quejo, vaya.
Después de mil años he encontrado la respuesta a porqué no puedo soportar estar de pie quieta demasiado tiempo (colas del cine, eternas esperas, etc) Porque no sé respirar.

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