Addio Luciano.
No puedo irme a mis quehaceres turísticos sin antes comentar esta ultra trágica notícia. Ultra trágica no tanto por la muerte de Pavarotti, sino por la muerte como tal.
Ya basta, ¿no? El verano se acaba y acaba muy mal. Acaba con la palabra muerte en boca de todos.
En todas partes se habla de ella: que si Villalonga, que si lahermanadejuliánmuñoz, que si Paco Umbral, que si Emma Penella, que si Pavarotti, que si nosecuántosmuertosenlacarretera, que si nosecuántasmujeresmuertaspormaltrato, que si marinerosnaufragados, que si YANOSESABECUÁNTOSMUERTOSVANENIRAK, que si...
Ya basta, ya nos hemos dado cuenta.
No puedo irme a mis quehaceres turísticos sin antes comentar esta ultra trágica notícia. Ultra trágica no tanto por la muerte de Pavarotti, sino por la muerte como tal.
Ya basta, ¿no? El verano se acaba y acaba muy mal. Acaba con la palabra muerte en boca de todos.
En todas partes se habla de ella: que si Villalonga, que si lahermanadejuliánmuñoz, que si Paco Umbral, que si Emma Penella, que si Pavarotti, que si nosecuántosmuertosenlacarretera, que si nosecuántasmujeresmuertaspormaltrato, que si marinerosnaufragados, que si YANOSESABECUÁNTOSMUERTOSVANENIRAK, que si...
Ya basta, ya nos hemos dado cuenta.
0 comentarios:
Publicar un comentario