Hablaré de la rabia.
Desgraciadamente vivimos en un mundo en el que la rabia es el motor de casi todo. Si no el único, es uno de los que más se usan. Y es triste. Cualquiera puede dejarse llevar por ese sentimiento, no hay distinciones.
Es gracioso que se denomine rabia a un sentimiento. La rabia, como todos sabéis, es una enfermedad típica de los mamíferos. Es muy chungo enfermar de rabia porque acto seguido te mueres. Tu sistema nervioso queda terriblemente afectado y, después de la agradable y conocida imagen de la espuma por la boca, adiós.
Por lo visto y, según Wikipedia, la rabia tiene como tres fases en su desarrollo. Sólo te salvas de morir en la primera, si te cogen a tiempo y te ponen la vacuna, claro. Las otras dos ya... son la muerte.
Pues bueno, a lo que iba. El tema es que me hace mucha gracia que los humanos hayamos desarrollado un estado anímico que denominemos rabia.
Para nosotros la rabia equivale a odio, cabreo, celos, envídia, asco, resentimiento, rencor, ira...
Ya sabéis.
Sentimos rabia cuando nos deja un amor, cuando nos falla un amigo, cuando nos entra un ataque de celos, cuando nos cabrean en el trabajo, cuando nos damos cuenta de que nuestra vida no es lo que queremos, cuando vemos que alguien tiene/hace lo que nos gustaría hacer a nosotros, cuando nos sentimos acorralados, atados, encerrados por algo o alguien que no deseamos, cuando nuestro trabajo es una mierda, cuando sabemos que podemos hacer algo y no lo hacemos porque somos lo peor, cuando queremos irnos de vacaciones y no podemos. Sentimos rabia hacia personas, cosas, actos, sentimientos, el destino... Hacia todo lo que nos impide ser felices, sea o no real.
La rabia consigue que existan guerras, peleas, muertes, rupturas, lloros, huídas. Consigue que se terminen las cosas que tanto esfuerzo han costado, que no lleguen a cumplirse sueños anhelados, que se ensucie nuestra mirada, que no veamos la realidad.
La rabia lo destruye todo y nos destruye a todos, sin excepción.
Y lo curioso del tema es que, aún sabiendo esto, sigamos con la rabia por delante.
Hoy por hoy, se dice, que sólo puedes morir de rabia si eres un desgraciado al que le muerde una rata, perro o animale determinado, y estás aislado en el campo sin médico alguno en kilómetros y kilómetros.
Pues no. Eso no es cierto. De rabia podemos morir todos, la rabia está ahí, y contra este tipo de rabia destructora no hay vacuna. Una pena. Y una mierda.
Luchemos contra la rabia.
Desgraciadamente vivimos en un mundo en el que la rabia es el motor de casi todo. Si no el único, es uno de los que más se usan. Y es triste. Cualquiera puede dejarse llevar por ese sentimiento, no hay distinciones.
Es gracioso que se denomine rabia a un sentimiento. La rabia, como todos sabéis, es una enfermedad típica de los mamíferos. Es muy chungo enfermar de rabia porque acto seguido te mueres. Tu sistema nervioso queda terriblemente afectado y, después de la agradable y conocida imagen de la espuma por la boca, adiós.
Por lo visto y, según Wikipedia, la rabia tiene como tres fases en su desarrollo. Sólo te salvas de morir en la primera, si te cogen a tiempo y te ponen la vacuna, claro. Las otras dos ya... son la muerte.
Pues bueno, a lo que iba. El tema es que me hace mucha gracia que los humanos hayamos desarrollado un estado anímico que denominemos rabia.
Para nosotros la rabia equivale a odio, cabreo, celos, envídia, asco, resentimiento, rencor, ira...
Ya sabéis.
Sentimos rabia cuando nos deja un amor, cuando nos falla un amigo, cuando nos entra un ataque de celos, cuando nos cabrean en el trabajo, cuando nos damos cuenta de que nuestra vida no es lo que queremos, cuando vemos que alguien tiene/hace lo que nos gustaría hacer a nosotros, cuando nos sentimos acorralados, atados, encerrados por algo o alguien que no deseamos, cuando nuestro trabajo es una mierda, cuando sabemos que podemos hacer algo y no lo hacemos porque somos lo peor, cuando queremos irnos de vacaciones y no podemos. Sentimos rabia hacia personas, cosas, actos, sentimientos, el destino... Hacia todo lo que nos impide ser felices, sea o no real.
La rabia consigue que existan guerras, peleas, muertes, rupturas, lloros, huídas. Consigue que se terminen las cosas que tanto esfuerzo han costado, que no lleguen a cumplirse sueños anhelados, que se ensucie nuestra mirada, que no veamos la realidad.
La rabia lo destruye todo y nos destruye a todos, sin excepción.
Y lo curioso del tema es que, aún sabiendo esto, sigamos con la rabia por delante.
Hoy por hoy, se dice, que sólo puedes morir de rabia si eres un desgraciado al que le muerde una rata, perro o animale determinado, y estás aislado en el campo sin médico alguno en kilómetros y kilómetros.
Pues no. Eso no es cierto. De rabia podemos morir todos, la rabia está ahí, y contra este tipo de rabia destructora no hay vacuna. Una pena. Y una mierda.
Luchemos contra la rabia.
1 comentarios:
ieeeeeeeeeeeeeeeeeeep
como ya no engo curro me he pasado a cotillear por aqui
rabia?
te ha mordido algún hombre lobo en el transcurso del día y yo sin enterarme?
un buen antídoto para curar la rabia es sumergirte en cerveza a ser posible fresquita en una terraza?
que nos curamos de rabia?
xDDDD
al final con el día gris de hoy no hemos ido a la playa xDDD ( menos mal)
el viernes me cambio el turno, así q tarde libre para hacer las maletas jaja
espero q los dias de rebajas sean más llevaderos
nos vemos ;)
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