El caos reina en mi cabeza, en mi casa, en mi calle, en el aeropuerto, en todas partes. Todo es caos, pero sobretodo dentro de mi, soy, internamente, un caos. Mi mente va de un lado a otro sin avisar, mis ánimos bailan de la misma manera, todo es confusión. Ni sé qué pensar ni qué hacer ni cómo actuar. No sé nada. Sólo que esta vida es lo más injusto que nos hemos echado a la cara y que, cuanto más lo pienso, más difícil se me hace aceptarlo.
Una mierda, eso es.
4 días me han aportado más calma que 50 años de yoga. Pero ya estoy aquí de nuevo, y todo se me tira encima. La realidad es tan dura, tan densa, tan pesada que no sé como digerirla.
Menorca es precioso. Quiero quedarme allí eternamente, con su mar, su arena que brilla, sus algas, sus hoteles rosas, todo allí es distinto, no hay prisa, todo es calma. Y yo necesito eso, calma, serenidad.
No es la rutina lo que me asusta, no es el trabajo lo que me desespera, es la vida. Aquí y donde sea. Nunca te separas de tu destino, del destino de los tuyos. ¿Por qué no seré una de esas personas afortunadas? ¿Una de esas que ve la felicidad de los suyos y la anhela para ella misma? ¿Cómo se hace? ¿Cómo se consigue entender el ciclo de la vida? ¿Cómo?
Necesito respuestas. Que alguien me las de.
Aunque no lo parezca, he vuelto bien de Menorca. EL ogro no ha aparecido en ningún momento y eso es algo más que increíble. Impensable diría yo. Pero ha sido así.
Lo malo es este sentimiento, uno de esos que no puede describirse con una palabra, y que, solo aquél que lo ha sentido sabe de qué se trata.
En estos días he aprendido que la vida es una mierda, que se termina cuando menos te lo esperas, que nadie tenemos el poder de hacer que no sea así y que, por lo tanto, tenemos que disfrutar de cada momento, de cada día, de cada sonrisa, de las bravas, del café, de un baño en el mar, de una siesta por la mañana, de los tuyos, de los que no son tan tuyos, de todo.
No tenemos el timón de esto, no dirigimos nada, algo o alguien decide cómo y cuándo, así que sólo nos queda disfrutar de lo que va viniendo.
Una lástima, pero así es.
Me voy a domrir. Mañana es lunes.
Una mierda, eso es.
4 días me han aportado más calma que 50 años de yoga. Pero ya estoy aquí de nuevo, y todo se me tira encima. La realidad es tan dura, tan densa, tan pesada que no sé como digerirla.
Menorca es precioso. Quiero quedarme allí eternamente, con su mar, su arena que brilla, sus algas, sus hoteles rosas, todo allí es distinto, no hay prisa, todo es calma. Y yo necesito eso, calma, serenidad.
No es la rutina lo que me asusta, no es el trabajo lo que me desespera, es la vida. Aquí y donde sea. Nunca te separas de tu destino, del destino de los tuyos. ¿Por qué no seré una de esas personas afortunadas? ¿Una de esas que ve la felicidad de los suyos y la anhela para ella misma? ¿Cómo se hace? ¿Cómo se consigue entender el ciclo de la vida? ¿Cómo?
Necesito respuestas. Que alguien me las de.
Aunque no lo parezca, he vuelto bien de Menorca. EL ogro no ha aparecido en ningún momento y eso es algo más que increíble. Impensable diría yo. Pero ha sido así.
Lo malo es este sentimiento, uno de esos que no puede describirse con una palabra, y que, solo aquél que lo ha sentido sabe de qué se trata.
En estos días he aprendido que la vida es una mierda, que se termina cuando menos te lo esperas, que nadie tenemos el poder de hacer que no sea así y que, por lo tanto, tenemos que disfrutar de cada momento, de cada día, de cada sonrisa, de las bravas, del café, de un baño en el mar, de una siesta por la mañana, de los tuyos, de los que no son tan tuyos, de todo.
No tenemos el timón de esto, no dirigimos nada, algo o alguien decide cómo y cuándo, así que sólo nos queda disfrutar de lo que va viniendo.
Una lástima, pero así es.
Me voy a domrir. Mañana es lunes.
1 comentarios:
Si si hay q disfrutar cada granito d playa blanca, pulsera de alba, herida de arena, nevera de gratis, ensaladas, tortillas, burmida con babilla... y cada segundo vacacional que en tus pocos dias libres tienes para disfrutar,
espero q lo hayas pasado geniaaal!
mucho animo y besis
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