miércoles, 28 de febrero de 2007


Me gustaría saber cuándo llegará el día en que me ponga delante del ordenador y sólo tenga cosas buenas que contar.
Me pregunto si llegará.
Supongo que sí, ¿no? Digo yo que no puede ser siempre todo negativo... que en algún momento se acabará esta... mmm... no sé cómo llamarlo... mala suerte, supongo.
O quizá es que la vida es así y yo no lo quiero ver.

Empiezo el día con un interesantísimo simulacro de evacuación. Sigo con un intento de discusión con un ser que trabaja conmigo, pero que no ha llegado a serlo por mi capacidad (recién adquirida) de calma interior. Le sigue una mañana de trabajo normal, sin más sobresaltos.
Como en 10 minutos.
Me voy a clase. Hago un examen para el que no había estudiado demasiado, por no decir nada. Aguanto estupideces (-Mmmm... ¿Qué significa ventosidades? EL COLMO).
Me recuerdan todas las entregas y los exámenes y me colapso.
Voy a mi abogada (si, recordáis?? Tengo una abogada). Tenía que recoger una especie de cheque y me daba finalmente el total de sus honorarios... Mmmm... bueno, pues para que os hagáis una idea, me ha cobrado 3/4 partes de lo que he ganado.
Rotura de esquemas total. Más problemas para el año que viene.
Lo único positivo, que parece que eso ya se ha terminado por fin.
En estas que ya pues te das cuenta de un montón de cositas. De que la justícia no existe y que puedo ir sola a los sitios.
Y bueno, que ya está.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

este viernes sera ese dia! juergaaaaaaa i tajaaaa divertidisima!