Es sábado. Sin trabajar ni estudiar, un día entero para mi. Después de un día horrible con noche "graciosa" es lo mejor que me podría pasar.
Meterte en un bucle es lo que tiene que, si eres consciente, cuando ves un poquito de aire para poder respirar es como si te ocurriese lo mejor de esta vida.
Bueno, la verdad es que no tengo mucho bueno que contar, pero como que me he dado cuenta de que mi blog se está convirtiendo en un cubo de penas no pienso seguir llenándolo, al menos por ahora.
Anoche asistí por primera vez al gran espectáculo de La Fira. Nunca había estado y espero no volver en mucho tiempo. Madre mía. La gente se transforma en la noche y la que no se transforma podría hacerlo o mejor desaparecer para ahorrarme el asco de verlas, pero eso tampoco importa hoy, en este día de fiesta que tengo tan bonito.

No me ha tocado el Euromillón. Ais, qué poco dura la ilusión.