Por fin es viernes. Me moría por que llegase este día, a esta hora y en este momento. Vaya una semana más super dura; volver de vacaciones, empezar a trabajar (nueva planta, nuevo horario) , empezar otra vez a estudiar (aiiiiiiiiiiiiiiiiis) y bueno, mi exageración y algunas cosillas que no me dejaban dormir.
Supongo que la valoración de la semana es positiva, pero no lo sé bien. Me gustaría decir que sí, y por una parte lo es; estoy contenta de estudiar lo que estudio, pero por otra... no sé... estoy medio confundida. Es una sensación extraña que no había tenido nunca, o quizá sí, pero no tan acusada. Me siento una especie de patito feo incomprendido. Pensaréis que es por la edad... pues puede ser. Me he dado cuenta de que la edad es algo que no valoramos lo suficiente, que se desprecian los años con demasiada soltura, y los años nos dan muchas cosas pero la más importante es la experiencia. En esta semana he aprendido a valorar mis años, mi experiencia y todo lo que he hecho en la vida, que no ha sido mucho, pero ahí está. No encontré el camino adecuado pero, aunque he tardado, creo que lo he encontrado. Y me siento orgullosa de haberme atrevido a tomar una decisión porque la verdad es que no he tomado muchas en mi vida. Se me da bastante mal.
Me he ido por las ramas (para variar) y no he explicado por qué me siento un patito feo, pero es que no sé bien cómo hacerlo sin dar datos demasiado explícitos (que no me apetece). El caso es que espero que se me pase pronto esta sensación porque me hace sentir muy incómoda.
Algún día entraré en detalles, pero eso será cuando consiga aclararme.