Y llegó el día. Llegó el día en que algún desalmado violase a mi moto. La han violado y le han quitado las entrañas. Ya es el fin.
Y lo peor es que además de la violación física, ha sufrido una violación mental, la han tratado como a un mueble abandonado un martes cualquiera, algo inservible... le han puesto la temida pegatina. Han tardado lo suyo, algo así como dos años, pero ya está ahí; ya me la quitan. Le queda nada en mi calle, en mi puerta; ya no la veré nunca más cuando vuelva de trabajar, cuando llegue a casa por la noche... Ais... mi moto.
Odio a la gente que coge lo que no es suyo, a la gente que maltrata lo que no es suyo... Odio a la gente que no sabe que las cosas tiene un valor añadido al material que les da todo el mundo... siempre hay algo más; y detrás de esa moto estaba yo. No estaba abandonada, era mía. Era mi moto... y ya se la llevan.
Este es mi último adiós.
Me da mucha pena.
Hoy he tenido que volver a levantarla.
Y lo peor es que además de la violación física, ha sufrido una violación mental, la han tratado como a un mueble abandonado un martes cualquiera, algo inservible... le han puesto la temida pegatina. Han tardado lo suyo, algo así como dos años, pero ya está ahí; ya me la quitan. Le queda nada en mi calle, en mi puerta; ya no la veré nunca más cuando vuelva de trabajar, cuando llegue a casa por la noche... Ais... mi moto.
Odio a la gente que coge lo que no es suyo, a la gente que maltrata lo que no es suyo... Odio a la gente que no sabe que las cosas tiene un valor añadido al material que les da todo el mundo... siempre hay algo más; y detrás de esa moto estaba yo. No estaba abandonada, era mía. Era mi moto... y ya se la llevan.
Este es mi último adiós.
Me da mucha pena.
Hoy he tenido que volver a levantarla.
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