jueves, 12 de enero de 2006


Qué felicidad es levantarse sin el despertador... Jo... Cómo lo echaba de menos... Hoy por fin ha llegado mi día. Lo único malo es que mi tos me ha despertado bastante prontito, pero me he ido a mi sofá y ala, hasta la 1. Jijiji.
No sé qué escribir porque es que estoy un poco así como chafada. Así que voy a poner una canción y ya está y a ver si luego me inspiro y me lo curro más.
Un besito grande para todos aquellos que lleváis trabajando desde el sábado pasado sin descansar un solo día (que hasta que no pillas no tienes ni idea de lo que es), que ya no queda nada... Ánimos!

Quien estuvo allí sabe qué es esto... A que sí?



Cuando te conocí

Cuando te conocí ya no salías
con el primero que te había abandonado
no vale la pena hablar
de aquellos años pasados
cuando te conocí ya no salías
con aquel chico casado
que te prometía que la dejaría
y todavía no se había divorciado
cuando te conocí salías
con un amigo de los pocos que tenías
eras lo mejor de su vida
pero fuiste lo mejor de la mía
cuando te conocí miré por un agujero
en tus pantalones
y dos años después
ya tomabas todas las desiciones
cuando te conocí
te reconocí por tus botas
y mientras tomabas tequila
dejamos atrás dos almas rotas
cuando te conocí me dijiste
que por mí no ibas a cambiar

ibas a seguir siendo igual,
ibas a seguir siendo igual
y en el fondo es tan hondo mi dolor
porque me voy, y no se puede cambiar
de corazón como de sombrero
sin haber sufrido primero

y en el fondo es tan hondo mi dolor
porque me voy, y no se puede cambiar
de corazón como de camisa
sin perder la sonrisa.
(Andrés Calamaro)

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