Anoche fui testigo de 2 de las situaciones más vergonzosas que he vivido en mucho tiempo.
Todo el mundo sabe que la gente de tu trabajo, tus compañeros, son eso, tus compañeros de trabajo, no son amigos así de buenas a primeras. Luego si surge pues bienvenido sea, pero no suele pasar con mucha gente.
El caso es que me he dado cuenta de que es con la gente del curro con la que te das cuenta de cómo es en sí la sociedad. Es gente que tú no eliges, están ahí porque te han tocado, nunca se portarán contigo como lo hacen tus amigos (a los que sí eliges...), y no puedes esperar de ellos nada más que lo justo. Y si lo haces corres el riesgo de que te peguen la patada en cuanto menos te lo esperas. Y eso es lo que pasó ayer. Preparas una cena con toda la ilusión del mundo, compras la comida y la bebida al gusto de todos (menos del mío, pobre), y esperas, engañadísmo, que toda las personas que te habían dicho que irían fueran con la misma ilusión que tú tienes. Ese es el error fatal, esperar algo. A la cena sólo fuimos tres de las diez personas que teníamos que ir. No voy a entrar en detalles de cómo lo hicieron ni de la cara que se le quedó cuando nos vio venir a los tres con cara de... "lo siento, no sabemos por qué no hay nadie más. Pero no te preocupes que venimos con toda la ilusión del mundo a tu cena".
La moraleja de todo esto es la misma de siempre: No hay que esperar nada de nadie, y mucho menos si no son tus amigos.
La segunda situación vergonzosa no es nada que no me haya venido pasando desde hace ya bastante tiempo. ¿Por qué será que hay gente que no tiene escrúpulos ni vergüenza a la hora de demostrar abiertamente que es una aprovechada?
Con esto lo digo todo. No hay más.
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